Desde hace un par de años, la seda ha vuelto a estar de moda en los cuartos de las celebridades internacionales, desatando un revuelo en Instagram con más de 75.000 hashtags "silkpillowcase". La funda de almohada de seda no es sólo un capricho de las estrellas, dormir acurrucado en seda da brillo al cabello y suaviza la piel.
El mundo de la ropa interior conoce desde hace tiempo las increíbles propiedades de la seda: los pijamas, la lencería y los chalecos de este material mantienen la piel más suave. Tanto es así que las marcas de belleza más populares han empezado a crear líneas de cuidado de la piel que aprovechan sus beneficios introduciendo las proteínas de la seda en las fórmulas de cremas, sérums, champús y acondicionadores. El uso de la seda en la lencería y la cosmética es, sin embargo, relativamente reciente si tenemos en cuenta que la intuición de sus propiedades antienvejecimiento es muy antigua y está lejos del mundo occidental. En los países del Este, de donde procede esta fibra, los tejedores solían trabajar el hilo a mano y, tras años de duro trabajo, sus manos estaban mucho más suaves e hidratadas que otras partes del cuerpo.
El ingrediente secreto de la seda es la sericina, una proteína que se encuentra en la superficie de la fibra cruda y que tiene propiedades antioxidantes y antibacterianas y, por tanto, antienvejecimiento. Además, se ha descubierto que la sericina de la seda y la queratina de la piel y el cabello son estructuralmente similares, lo que permite que la sericina se una a la queratina, creando un velo protector. Esta proteína estimula a las células del tejido conjuntivo para que produzcan ácido hialurónico, lo que proporciona a la piel una mayor elasticidad.
Sus cosméticos de proteínas de seda
Existen numerosas formulaciones a base de sericina en el mercado, desde cremas y sueros para aplicar en el rostro y el contorno de ojos hasta champús y acondicionadores para el cabello. Stocksmetic ofrece una amplia gama de envases perfectos para contener estas valiosas e innovadoras fórmulas.
Para su línea de cremas faciales, el tarro blanco satinado Pure Green de 50 ml, combinado con su tapa blanca brillante Pure, es la elección adecuada, mientras que en el caso de los sérums para ojos y cabello, el frasco Essential de 30 ml es la solución ideal, combinado con su gotero.
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