Provenza es la región de Francia que tiene las esencias más apreciadas en el mundo: aquí se cultivan muchas variedades de flores, cuyos olores se utilizan en las fragancias francesas más importantes.
Sin embargo, pocos saben que la verdadera capital del perfume es Grasse, una pequeña ciudad de Provenza a pocos kilómetros de Niza. En estas zonas Jacques Polge -una de las narices más famosas del mundo- creció entre los aroma de los ciclámenes y de la lavanda y aprendió el noble arte de la perfumería.
Después de la universidad, Polge, atraído por los aromas de su tierra, comenzó un aprendizaje en Grasse con Jean Carles, una leyenda en el mundo de los perfumes.
Después de unos años, Polge, gracias a sus grandes habilidades, se convirtió en un renombrado investigador olfativo y en 1978 comenzó a trabajar para la Maison Chanel. Aquí creó los perfumes más famosos de la casa de moda parisina.
La fragancia más famosa que ha creado es Allure, una fragancia floral lanzada en el mercado en 1996. Es un perfume elegante, que expresa una armonía diferente en cada mujer. Su composición combina las notas chispeantes de mandarina y limón con las notas más dulces y afrutadas de la vainilla. El resultado es una fragancia fuerte pero multifacética que representa la figura de la mujer independiente de esta época.
Con sus creaciones, Polge ha reproducido los aspectos distintivos de la casa Chanel - elegancia y singularidad - a la vez que ha añadido un toque de modernidad e innovación a lo largo de los años.
Después de una exitosa carrera de casi 35 años, en 2013 Jacques Polge decidió retirarse, dejando su lugar a su hijo Oliver, heredero del talento innato al igual que su padre.
Como escribió Patrick Süskind en su famoso libro El Perfume "El que domina los olores, domina los corazones de los hombres": Polge ha podido contar a través de sus fragancias las historias de los hombres y mujeres de hoy.
