Su delicado aroma lo convierte en una fragancia única y intemporal: estamos hablando del Agua de Colonia, la esencia que mujeres y hombres de todo el mundo han utilizado por más de 300 años.
Más conocida como Agua de Colonia, esta agua perfumada tiene una menor concentración de ingredientes que el Eau de Parfum y el Eau de Toilette comunes: por esta razón es más fresca pero a la vez aromática y equilibrada.
El creador de esta inconfundible fragancia es un perfumista italiano, Giovanni Maria Farina, que en 1700 partió de Santa Maria Maggiore en Piamonte hacia la ciudad alemana de Colonia para llegar a un tío lejano.
Cuando este último falleció, Farina heredó la antigua fórmula del agua Mirabilis, una cura que aún no había tenido el merecido éxito debido a su amargo olor.
A partir de esta receta, el perfumista piamontés creó una esencia más dulce, utilizando algunas hierbas aromáticas y aplicando la técnica de destilación que permitió obtener alcohol puro directamente de la fermentación de las uvas.
El resultado fue sorprendente: una fragancia equilibrada, realzada por las notas frutales de bergamota y limón combinadas con las notas más delicadas de almizcle, violeta y jazmín.
"Mi aroma es como una mañana de primavera italiana después de la lluvia: recuerda naranjas, limones, pomelos, bergamota, cedros, flores y hierbas aromáticas de mi tierra. Me refresca y estimula mis sentidos y mi imaginación" son las palabras que el propio Farina escribió en una carta a su hermano, anunciando el éxito de su Agua.
Esta fragancia se hizo famosa también entre las personalidades más ilustres como Luis XV, Napoleón y Voltaire: era una buena práctica rociarla en zonas donde el corazón late como el cuello, las muñecas y la parte delantera de las orejas para que el aroma se expanda.
En las décadas siguientes, Farina abrió una pequeña fábrica especializada en la producción de agua de Colonia en el centro de la ciudad, ahora conocida como Farina-Haus. Sin embargo, en los años siguientes muchas narices comenzaron la producción de productos similares y la actividad de Giovanni Maria Farina entró en crisis.
La singularidad de este perfume y su particularidad, que ha permanecido inalterada a lo largo de los siglos, ha hecho que Farina sea recordado como el padre de la perfumería moderna, siendo una fuente de inspiración para todos los perfumistas de hoy en día.
