Según algunos relatos, las velas y las cuerdas de las carabelas de Colón estaban hechas de fibra de cáñamo, igual que el papel en el que se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. Pero el mérito del cáñamo no es sólo que haya estado presente en algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad, sino que es rico en cannabinoides como el CBD, un principio activo sin efectos psicoactivos, pero muy sorprendente por sus beneficios para la piel.
En comparación con el cannabis sativa, el CBD tiene un contenido muy bajo de THC, que compensa con propiedades antiinflamatorias y emolientes. No es de extrañar, por tanto, que el CBD-Beauty sea ahora un fenómeno creciente en todo el mundo, que podría alcanzar un valor de 3.090 millones de dólares en 2024. ¿El futuro de la belleza? Tal vez.
Sin duda, es un ingrediente que hay que conocer hasta el último detalle.
Desde hace un par de años, la seda ha vuelto a estar de moda en los cuartos de las celebridades internacionales, desatando un revuelo en Instagram con más de 75.000 hashtags "silkpillowcase". La funda de almohada de seda no es sólo un capricho de las estrellas, dormir acurrucado en seda da brillo al cabello y suaviza la piel.
