Aplicado puro o incluso mejor en fórmulas patentadas ad-hoc, el aceite de karanja o pongamia es un ingrediente cosmético natural para incluir en el cuidado diario de la piel y el cabello. Descubramos su origen y todas sus propiedades beneficiosas.
"Inclusividad" es un término que se oye cada vez más a menudo últimamente -sólo hay que pensar en el movimiento "Black Lives Matter"- y poco a poco está entrando también en el léxico de la belleza.
¿Cuántas horas pasamos delante del ordenador? ¿Cuánto tiempo pasamos delante de nuestros smartphones entre redes sociales y buscadores? No todo el mundo sabe que la luz azul de estos dispositivos puede, a largo plazo, ser perjudicial para la cara.
El invierno se acerca y en el imaginario colectivo es sinónimo de nieve, chimenea encendida, chocolate caliente y un buen libro para leer: una imagen muy agradable. Sin embargo, el cambio de estación también puede suponer un "shock" para la piel, que se ve puesta a prueba por el descenso cada vez más brusco de las temperaturas.
"Una piel sana es cualquier cosa menos limpia", en palabras de la dermatóloga neoyorquina Whitney Bowe. Al igual que nuestro intestino, nuestra piel es un ecosistema único formado por bacterias y otros microbios, y como tal, mantener esta compleja red de miles de millones de organismos vivos en equilibrio es esencial para mantener nuestra piel sana con un cutis hidratado y brillante.